31 agosto 2006

olor a madera, a estufa y madera...
perfume, melodía que se desprende de cada cosa

-sacudite ese barro de las zapatillas.
no, no entres con las patas así!

¿al perro también lo metiste en ese barrial?
lo ensuciaste todo!

-el perro me llevó abajo de esos árboles, mamá
al lugar al que voy a veces a sentarme sola

¿cómo sabía que me gustaba ahí abajo?
se ve que a él también le gusta.

cada rincón de la casa late incandescente...
como en esa inercia cinematográfica
que queda después de ver una película.

25 agosto 2006

Stones


El mar. Ese libro que siempre volvés a abrir.

Ahora que preferís ir por palos y piedras

Antes que por palabras.

A cruzar el charco.

No lleves remedio porque nada va a herirte.

Solo ocúpate de que tu tren no avance

sobre palabras como “abstracción” o “especulación”

y deja que la noche instale su modo de hablar bajito, suplicante.

Deja que se lleve puestas las palabras que tenías en la cabeza

y lentamente te llene los bolsillos de piedras.

El verano se huele mucho antes de que llegue.

21 agosto 2006

Una bolsa con cáscaras de frutas

Peladas con los dedos.

Para los bichos una idea fija.

La estación


Venir hasta acá,

ver pasar los trenes,

o mejor dicho “el tren”,

el único que pasa.

Se cambia de estación así. En estos días.

Como esa luz que parecía que no avanzaba, pero después llega

y pasa arrasando pelucas, es una avalancha.

Así, ni frío ni calor, ni llueve ni no, hasta que estás en otro lado.

Cerrás los ojos, afuera siguen pasando los árboles

y entonces el ruido que hacen las cosas,

es ruido ciego de colores pegados a la retina.

Rabia de la luz que no quiere bajarse.

El nervio imperceptible haciendo su trabajo silencioso

como gotas de rocío.

Nada. A grandes rasgos

Es sólo una canción atrás de otra.

15 agosto 2006

isabelle

v minúscula

mientras estás queriendo una música
que sea un relámpago que ilumine la noche
un rayo que perfore la noche del silencio
ves pasar a ese viejo caminando
que se toma el tiempo para calarse bien la boina
el tiempo que dura ese movimiento
que las manos recuerdan bien de subir y bajar cortito
torciendo un poco hacia la derecha.
Mientras todo el día en la cabeza
las ideas batiendo palmas.
Y ves los vidrios empañados de un colectivo
que pasa y vuelve a perderse
entre gruesas paredes de ruido.
Ves la entrada a una playa de estacionamiento
y la salida a otra calle. Seguís con la vista
Cada cosa. Son lindas. Organismos.
Blandiendo espaditas.
Hasta ves el globito blanco donde
se arman tus palabras
Que flota al costado de tu cabeza
Por unos segundos.
Y mientras la música pasa por arriba
en bandadas que cruzan el cielo
formando una V minúscula
Cerrás los ojos y volvés a entrar
al bosque de ruido blanco.

14 agosto 2006

así, soñando a la sombra de la arboleda
de atrás del arco
el silencio capturado de la cancha en silencio
era la base rítmica.

12 agosto 2006

sábalo y patí

Lento, por el río hamacado
Sobre el remanso liso,
Mascando coca, el perro
tirado a sus pies
y algo que encandila
brilla entre los sauces
mientras que, brava,
la mosquitada borra las sombras
y atardece silencioso, naranja.
Abajo, bajo el agua
cruzan una mirada rápida a los ojos
sábalo y patí
y mucho más abajo
fondo de bikini.

11 agosto 2006

canción de invierno

De meter los dedos en la tierra, de arcilla
florece el verano.

entre las cosas tiradas en el piso del cuarto,
se mueve, sí, se desliza,
se escapa entre los dedos

entre flores de invierno,
flores de verano.

Uno hace la fuerza que lo produce.
Uno hace la fuerza que produce al verano.

Y una premonición ¿Qué viene de donde?

a través de los sueños
va y crece
también…

Y ese regusto en la boca del pasto
Cardos, flechitas,
donde nos acostamos
despulgando el piso por agarrarnos de algo
mientras los caballos hablan entre ellos,
vuelve con la estación…

De la canción del invierno, de tierra seca,
florece el verano.
(El día goteando a través de un colador)
Entonces corremos derecho
Atontados por el eco
Para que nos lleve con ella
La mañana. A dar la vuelta.
Montados en el brote.