Subimos a la terraza
como pájaros de noche
con el canto obstinado, roto.
Armados de alas para siempre.
alas de madera pesada.
Llovía
y el día parecía ir de atrás para delante.
El agua hacía charcos en piletas vacías.
Nada de todo esto podía llamarse mañana.
como pájaros de noche
con el canto obstinado, roto.
Armados de alas para siempre.
alas de madera pesada.
Llovía
y el día parecía ir de atrás para delante.
El agua hacía charcos en piletas vacías.
Nada de todo esto podía llamarse mañana.
1 comentario:
Es esto Abbey Road!!... y nadie puede pasarlo por alto
saludos gnomo!
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