Ayer, antes de salir a tocar, el Búfalo me regaló este poema escrito con lápiz en una pequeña hojita rectangular.
Mundo
no tenés
en tus manos
un pan
o un símbolo;
no hay
un síntoma en sí.
en realidad
no hay nada.
estoy bien,
me digo,
en la deformidad.